Los cuentos del destino 17

¿Qué tal te llevas con los misterios? ¿Eres impaciente, te dejas seducir, te encanta la espera, no paras hasta saber el porqué de las cosas...? Mientras el Mago cree que puede dilucidarlo todo con su gran energía transformadora, la Papisa es muy diferente, es como la princesa dormida. Dormir no implica inactividad sino un tipo de actividad muy diferente. Cuando dormimos nos movemos, soñamos, algunos hablan... pasan muchas cosas mientras dormimos, nuestro cuerpo se relaja, los órganos internos no dejan de funcionar sino que lo hacen de otra manera. ¿Cómo se ve el mundo desde esta aparente inactividad? ¿Y desde los  sueños? Fijémonos una vez más en cuántas cosas ocurren mientras la princesa duerme. Puede que sea ése precisamente el mundo con el que conectamos mientras dormimos. ¿Sería posible? Quien lo sabrá es el niño que  jugaba con ella y que la escuchó. Podríamos preguntárselo... También podríamos preguntarle a cualquier niño pequeño de menos de 7 años cuántas cosas ocurren mientras dormimos. Pruébalo. Te sorprenderás de cuántas respuestas interesantes se pueden obtener.

 Baja una vez más por las escaleras del ejercicio de relajación que te mencionáramos en la entrega número 6 y ve al encuentro de la Papisa. ¿Cómo ves los misterios de tu vida desde allí? ¿Se ve algo? ¿Qué te sugiere cuando le preguntas sobre algo que no acabas de entender? ¿Conoce ella acaso más misterios en tu vida de los que tú reconoces? Puedes preguntarle a qué saben los misterios, qué color tienen, qué textura, qué perfume tienen los misterios...


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