Libertad y creatividad

Hace muchos años, allá por los lejanos ochenta, alguien me dijo:
- Oye que hay un director de cine que hace unas pelis tremendas con monjas que escriben literatura erótica, ponen a parir a la sociedad, locas perdidas. Y de otra que mata a su marido con una pata de jamón y son tan pobres que tienen un lagarto que se llama dinero y siempre lo están buscando y resulta que el hijo... y un dentista... 

Todo aquello olía a aire, aire para la cabeza, aire para los pulmones, aire al fin, aire. Y la sorpresa fue mayor cuando me dijeron que era español. Recuerdo la expresión de mi chico de aquellos entonces mientras me confirmaba: "-y este tío es parte de la movida madrileña, ¡no veas!"

En los cines sus películas no duraban más de una semana. Pero alguien tenía una cinta de video que no era de muy buena calidad pero que le había dejado  alguien que conocía a no sé quién. En la  espaciosa casa del novio rico de  una amiga de entonces, se organizó la visión de la película. Nos desternillábamos y respirábamos aliviados porque finalmente había un aire fresco de absoluta creatividad delirante en el cine y español. Y lo hacíamos sin palomitas. era la época en la que las patatas asadas con aceite, sal y pimienta sabían a gloria infinita.

Hoy he empezado el día argumentando sobre la libertad de la creatividad en el blog de Jorge Harmodio MALVERSANDO.  Y henos aquí que lo acabo de la misma manera. 

He seguido a ese director a lo largo de estos años. Cuando yo vivía en Italia se estrenó Átame. Y me tragué los 200 kilómetros hasta Verona para verla. Estaba doblada, así que le dije a mi chico que nos íbamos el fin de semana a verla a Barcelona. Nos queríamos y fuimos. Él no entendió nada, era inglés. Pero la volvimos a ver y se la traduje entera. 

La película que más premios le dio y que a mí no me gustó para nada, la veían mis compañeras de trabajo cuando daba clases en un colegio carísimo y privadísimo de Barcelona. Yo me hacía cruces. Si aquellas aprendices de burguesas disfrutaban de él, ya habíamos avanzado de alguna manera. Sí, se había puesto de moda, pero señores y señoras ¡qué moda!

Para mí Matador es una de las mejores, la he vuelto a ver a lo largo de los años y siempre me ha encantado. Y "Mujeres...", claro. Y Átame. Incluso Kika me gustó. Qué he hecho yo... o Entre tinieblas, Lucy, Pepy...  Tacones..., La flor de mi secreto, La mala educación... Volver es mi otra preferida. recuerdo prefectamente la alegría en La ley del deseo porque finalmente él había conseguido dinero para producir sus películas con una calidad digna de los grandes. Cada vez que se estrena una de sus películas allí estoy en primera fila. Es un ritual que también practico con Woody Allen y Baz Luhrman . 

En marzo se estrena otra película de él: Los abrazos rotos. Me da que tiene algo de Tacones lejanos, no sé... Pero entre medias, Almodóvar ha hecho un corto con la actriz Carmen Machi. Lo han estrenado en el canal de televisión Cuatro, que depende de Prisa (los de El País, vaya, para quienes no están en España). 

El corto tiene infinidad de guiños a sus otras películas: el gazpacho, la dormida, el flan, los cuadritos, los colores, etc. Pero ante todo vuelve aquella manera delirante de explicar las cosas que yo a veces echo de menos en un mundo tan políticamente correcto o tan comercialmente correcto donde pocas cosas se llaman por su nombre sin causar estragos. Su maravilloso delirio esperpéntico nada tiene que ver que sea hombre o mujer, homosexual o hetero. Almodóvar es libertad y creatividad desde sus inicios. 

Pero ya no lo veo en un VcR casi a escondidas. El corto está acompañado de una entrevista que le hace Diego Galán, quien fuera uno de los mejores directores del Festival de San Sebastián. La entrevista es un poco cansina y didáctica. Hoy en día ver al Almodóvar más corrosivo parece que necesita introducción y mediación.  Por eso prefiero incluir el corto primero y la entrevista después para los más curiosos. 

Aquí abajo  incluyo primero el corto y luego la entrevista. 


El corto: La concejala antropófaga




Y la entrevista con Diego Galán:


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