Los cuentos del destino 6

(Continuemos con los diez pasos, entonces...)
¿Cómo hacerlo? Hay muchas maneras, ya irás encontrado la que te resulte más propia. La que yo suelo utilizar consiste en 10 pasos.

1. En primer lugar has de elegir un momento en el que nade te moleste. Apaga teléfonos, no atiendas a la puerta. Reserva un espacio y un momento para ti. Incluso puedes decirte: “Voy a dedicar los próximos minutos a charlar con mi inconsciente” Usa la fórmula o la frase que quieras. Lo esencial es que tengas claro el objetivo y que te dediques a él por completo. Tu yo más profundo necesita ser atendido en exclusividad. ¿A ti te gusta que mientras estés charlando con un buen amigo éste conteste varias veces al teléfono o esté mirando para otra parte? A tu yo más profundo tampoco le gusta que estés en otra parte mientras te habla. Puedes antes tomarte una infusión, un vaso de agua fresca si hace calor... si eso te hace sentir más cómodo.

Prepara el lugar, abre una ventana, airéalo cuanto te sea posible, pon algún incienso. Yo lo hago en silencio y así lo prefiero. Algunas personas suelen comenzar con alguna música suave. A veces utilizo aceite esencial de jazmín, coloco unas gotitas en mis dedos para masajear el tercer ojo (está ubicado un par de dedos por encima del entrecejo) y el plexo solar (en el centro del pecho, en la boca del estómago).

Es un aroma especialmente indicado para arropar a nuestra intuición. Si en cambio el ambiente estuviera, por lo que sea, especialmente cargado, es mejor que utilices lavanda. Si estuvieras especialmente tenso, puedes probar utilizar esta fuerza, es decir: tensa una parte de tu cuerpo para relajarla luego. Desde los pies hasta la cabeza. Túmbate, ponte lo más cómodo posible. Tensa los dedos de tus pies, luego relájalos. Es muy agradable. Aprovecha también el ritmo de tu respiración. Tensa con la inspiración y afloja con la espiración. Sentirás cómo tu cuerpo respira y se relaja.

2. Continuamos cómodos, quizás tumbados (hay personas que prefieren hacerlo sentados con la espalda muy recta formando un ángulo de 45 grados con las piernas). Ahora simplemente vas a respirar. Empieza con 5 respiraciones profundas tomando todo el aire que puedas. Es como hacer una pequeña limpieza del cuerpo. Toma todo el aire que sea posible y sácalo todo, absolutamente todo. La respiración tiene su propio ritmo, no te preocupes en imprimirle un cierto compás. No intentes desde la primera vez que todo sea más lento o menos rápido. Respeta el ritmo de tu respiración. Llénate de aire, que llegue a cada rincón de tu cuerpo. Luego suéltalo todo. ¡Todo! Hasta vaciarte por completo.

3. Después de la “limpieza”, vamos a ir hacia nuestra profundidad. Primero hemos de abrir la puerta de acceso a las escaleras. Ábrela. Ahora imagina que bajas por esas escaleras que te llevan hacia abajo. A cada piso que bajamos realizaremos una inspiración y una espiración. Uno, inspiración y espiración. Dos, tomamos aire y lo sacamos. Y así sucesivamente.

4. Llegamos al subsuelo 10, abrimos la puerta y entramos en un lugar muy agradable. Puede estar en el mar o en la montaña, puede ser un desierto, un páramo, la selva. Lo que tú quieras con tal de que sea sumamente agradable. Siente cómo entras en este lugar, cómo tus pies tocan el suelo, los olores que hay, cómo te sientes acariciado por el ambiente a través de cada uno de tus sentidos. Explora brevemente este lugar, es el lugar donde te sientes realmente bien. ¿Qué ves? ¿Qué tocas con tus pies? ¿Cómo te acaricia el aire? ¿Qué hueles? ¿Qué sabor maravilloso tiene este lugar? Presta atención a lo que ves, hueles, sientes, oyes. A medida que se practica este tipo de viaje los detalles irán creciendo, cada vez irás notando más sensaciones, con la práctica, claro. Obsérvate allí, qué ropas llevas, qué bien te sientes.

5. En este espacio construye tu lugar sagrado, una especie de templo lleno de luz blanca, cálida y armoniosa. Allí te encontrarás con cada uno de los personajes de estos cuentos, allí llamarás a cada uno de los arcanos del tarot, incluso podrás llamarte a ti mismo.

6. Preséntate al arcano con el que hayas decidido trabajar, salúdale, dale la bienvenida. Al igual que si alguien llegara a tu casa dale la bienvenida y agradécele el que haya venido a verte. Recuerda que es tu huésped y no al contrario. Date tiempo para que ambos os sintáis cómodos.

7. Observa a quien está allí contigo, nota su presencia. Contempla cuanto hace. Ahora ya puedes hacerle las preguntas que quieras. Es muy importante que no aceptes de manera pasiva sus consejos y sugerencias. Imagina que voy yo misma a tu casa y después de presentarnos te doy consejos sobre lo que es conveniente que hagas o no. No. Por mejores que sean mis consejos necesitas entenderlos, inquirir, objetar, preguntar, tomarte tiempo para meditar. Se trata de un ejercicio de imaginación activa y quien precisamente la mantiene activa eres tú mismo. Habla con el personaje, pregúntale lo que quieras, dialoga.

8. Cuando crees que ya has acabado, despídete y agradécele el encuentro. Observa cómo se marcha mientras tú diriges tus pasos hacia la puerta que conduce a las escaleras. Vamos a volver. Abre la puerta y comienza a subir. Respira. Diez, inspira y espira. Nueve, vuelve a inspirar y espirar. Ocho, toma aire y sácalo. Así hasta el uno que es cuando llegarás a la superficie.

9. Ya has llegado, sal de las escaleras, cierra la puerta. Ya estás aquí, abre los ojos.

10. Si tienes tiempo es interesante que escribas sobre esta jornada, que mantengas un pequeño diario de viaje. A veces puede ser una simple frase, lo que te ha quedado más grabado del encuentro. También puedes relatarlo con todo detalle. En fin, como siempre, tú decides. Puedes escribir, dibujar, inventarte una canción, un cuento. Deja que simplemente salga. Esto te servirá para reflexionar y mirar al futuro.
¿Y qué pasa si no tienes tiempo para seguir todos estos pasos? Lo ideal sería que al principio lo hicieras así. Con la práctica cada vez te resultará más fácil llegar hasta tu templo de meditación. Puedes imprimir a estos 10 pasos el ritmo que necesites.

Una de las maneras más fáciles que conozco de relajarse es tensar y relajar. Se trata simplemente de que tenses una parte de tu cuerpo al máximo y luego aflojes. Estos movimientos se acompañan con la respiración, una inspiración para producir la tensión y una exhalación para la relajación. Esta técnica funciona realmente bien tengas la práctica que tengas con los ejercicios de relajación.

Puedes cerrar los ojos y “entrar” en los cuentos para observarlos más de cerca. El diálogo, en ocasiones, puede ser rápido. Es importante al menos realizar la limpieza con nuestra respiración para luego dar cabida al nuevo aire que entra en nosotros. Lo que nos interesa es dar ocasión a que nuestras partes consciente e inconsciente se encuentren. ¡De forma activa! Porque allí eres totalmente libre, nadie, ni tan siquiera tú mismo, te juzga. Solamente dialogas y te comunicas con diferentes aspectos de ti mismo que asumen otras formas externas, las que te llaman la atención en algunos de los cuentos, o en una carta del tarot. Allí no importan valoraciones como “tengo que..”, “hay que...”, “debo...”, “...demasiado...”, “es bueno...”, “es malo...

Estás de viaje en un nuevo país, para entenderlo inevitablemente harás comparaciones y analogías con lo que ya conoces, pero nada más: no valorarás, no darás notas, no dirás qué está bien o qué está mal. En este país no se habla de esa manera.

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