Los cuentos del destino 34

Este nuevo orden es justamente lo que logramos cuando reconciliamos dos aspectos opuestos internos a partir del encuentro de nuestras partes consciente e inconsciente. Toda la civilización y la cultura nacen en dicho momento también. El Emperador nos ayudará a tomar conciencia de nuestras responsabilidades, a ordenar nuestro jardín para que todas las plantas reciban el cuidado que se merecen, incluso a saber que si quieres tomarte un té, antes es necesario calentar el agua. El orden no significa abrir el paraguas antes de que llueva, sino hacerlo, acaso, después.

Una de las tantas maneras de obtener la ayuda del Emperador consiste en poner nombre a cuanto nos rodea tanto en nuestro mundo exterior como en el interior. Entra en tu cocina, por ejemplo,  y nombra cada una de las cosas que hay allí sin dejarte la más insignificante de ellas. 

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